Esta tarde un par de amigos hemos ido al cine a ver "La cinta blanca", la útima película del director austriaco Michael Haneke. Rodada en blanco y negro, relata la vida de una aldea del norte de Alemania en los momentos previos al estallido de la Primera Guerra Mundial, es decir, el año 1914.
La verdad es que no sé muy bien qué decir sobre la peli. Fue la gran triunfadora en el festival de Cannes, llevándose la palma de oro. Y más recientemente, ha sido la ganadora del Globo de oro a la mejor producción extranjera. Supongo que por el camino que va, ganará seguramente el óscar.
La película es terrible. Muestra de forma cruda la represiva moralidad que la sociedad almenana impuso a sus hijos. En esta forma de vida el nacismo encontró un caldo de cultivo muy fértil para germinar con toda la fuerza que lo hizo. Familias totalmente patriarcales, donde los sentimientos estaban prohibidos, donde el terror al castigo físico controlaba el día a día.
Utilizando un ritmo cuidadosamente lento, con planos larguísimos en los que aparentemente no pasa nada, el director muestra tangencialmente el terror que se esconde detrás de los actos comunes de la cotidianeidad. No hay lugar a la esperanza. Sólo los niños muy pequeños o con problemas psicológicos pueden permitirse ser felices. El resto poco a poco se van convirtiendo en las miserias de sus padres. Porque esta película trata sobre los niños, sobre la indefensión ante el mundo de los mayores y sobre la destrucción de la humanidad que habita en ellos y que les convertiría en cómplices del mayor desastre de la historia del siglo XX.
Terrible. Todavía golpea mi cabeza. Supongo que estas son las películas que merecen la pena.
Un saludo!
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