Advertimos que esta peli es complicada de visualizar, como todo el cine de Haneke, porque despierta en nosotros sentimientos agridulces. Vamos desde la admiración al astío, desde la emoción a la ira, de la diversión al aburrimiento. Porque él quiere que nos sintamos así. Es un maestro a la hora de provocar. Hay ciertas escenas de una crudeza tal que dan ganas de levantarse indigando y gritarle al actor que pare ya de comportarse así.
Pero seguramente esto es necesario para contar la historia que pretende: la descripción de la sociedad alemana y austriaca previa a la Primera Guerra Mundial. Esa educación tan estricta y represiva que entendía que los sentimientos eran cosa de débiles, y que el ser humano aspiraba a la perfección a través de la moral. Un fruto que recogieron de todas las corrientes filosóficas y religiosas de la época.
Os invitamos a verla el próximo jueves 27 de enero, a las 20.30 en la Casa de la Cultura de Ibi. La entrada es gratuita, limitada al aforo.
¡Un saludo!
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