Anoche pusimos esta película japonesa, realizada por el Studio Ghibli. Fue la tercera película que dirigió Hayao Miyazaqui (autor del Viaje de Chihiro), y está considerada por muchos como la mejor peli de la historia de la animación.
Yo no creo que sea la mejor, porque cuando se califica en términos absolutos algo, solemos caer en el error. Además, es una película muy sencilla, que seguramente echará para atrás a muchos espectadores adultos por su estética estilo Heidi. Pero más allá de las apariencias, la historia que se nos cuenta es una visión del mundo desde los ojos de los niños.
El director nos propone un retorno a la infancia, cuando la vida la convertíamos en un juego, y a los problemas les dábamos una importancia relativa. Creábamos fantasías de seres imaginarios que habitaban a nuestro alrededor. Cada sonido de nuestras casas nos evocaba la presencia de seres misteriosos que compartían nuestras vidas, para bien o para mal.
En esta película, todo ello queda de manifiesto. Ese retorno a los valores humanos, el respeto por la sabiduría de los ancianos, el tratar a la naturaleza como a una madre que nos protege, nos alimenta y nos cuida, el respeto a los animales, el valor que tiene el silencio... tantas y tantas cosas que vamos olvidando conforme crecemos y que jamás deberían desaparecer.
Es una gran película, dentro de su sencillez, y dentro de toda su complejidad. Esperamos que os haya gustado.
Un saludo
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